martes, 13 de mayo de 2008

Todos somos putas


Todos los días paso por las calles sucias y solitarias que desembocan en la Gran Vía, y no puedo evitar fijarme en esas caras tristes y aniñadas que las poblan, mirando con angustia o quizás con envidia, algunas incluso con indiferencia. Entonces pienso en esa expresión "Todas las mujeres son un poco putas" y debe ser que despierta la feminista radical que llevo dentro porque me entra una indignación casi infantil, pienso: "Claro, todas las mujeres somos un poco putas y los hombres son unos pobres inocentes manipulados por nuestras retorcidas mentes, por eso el mundo va tan bien, porque se gobierna desde la inocencia y la buena fe"
Todos somos un poco putas en algún momento, engatusamos, engañamos, convencemos, nos vendemos, buscamos el camino fácil o nos sentimos obligados a seguirlo. ¿Qué más da?
Creo que la única diferencia está en, hasta qué punto somos conscientes de ello, ¿Quién tiene más delito el que se prostituye sin saberlo, el que lo asume y lo afronta con cinismo o el que se lamenta de tener que hacerlo? A mí nunca me han gustado las víctimas.
En cualquier caso vivimos en una sociedad en la que la prostitución entendida ésta como la segunda acepción de la RAE (Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación), está a la orden del día.
Encantada, humanidad

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