Tras haber visto el tráiler de la última película de Tom Hanks y Julia Roberts, no me queda otra que encomendarme al santo padre del cine.
El título ya es un sacrilegio por sí mismo: Larry Crowne, Nunca es tarde, sí, lo sé, da miedo.
El argumento peca tanto de aburrido como de predecible. Para no variar, Tom Hanks hace de tonto bonachón, Julia Roberts de profesora que ha perdido la ilusión por la vida; ella le espabila un poco y él le muestra la bondad y la ternura, por lo que los dos acaban enamorados, ¿Les suena? Desde Forrest Gump hasta La Terminal es prácticamente la misma historia de todas las películas de Hanks.
¿Qué hemos hecho los espectadores para que sigan bombardeándonos con películas así? ¿Por qué no viene una plaga y se lleva a Tom Hanks? ¿Debemos sufrir en la salas para finalmente alcanzar un paraíso cinematográfico lleno de clásicos y grandes películas nuevas? Y lo más importante, ¿cuál es esa fuente maligna que sigue financiando estas cintas?
Son muchas preguntas sin respuesta, por lo que yo, como dije al principio, me encomiendo al santo padre del cine como única esperanza de salvación
Padre del cine que estás en las salas
Cinematografiado sea tu nombre.
Vengan a nosotros tus pelis
Se den los premios a tu voluntad
De la crítica y del público
Danos hoy nuestras palomitas
Perdona cuando vemos pelis taquilleras
Así como nosotros perdonamos a Meg Ryan y a Tom hanks
No nos dejes caer en la piratería
Y líbranos de la televisión.
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